Cuba no necesita del crimen
Por Rogelio Viera
La Habana.- Han transcurrido apenas dos días del trágico accidente
en que perdieron la vida los ciudadanos cubanos Oswaldo Payá y Harold Cepero, a
partir de la conducción irresponsable del ciudadano español Ángel Carromero,
quien reconoció no haber visto una señal de disminución
de la velocidad y
perdió el control del vehículo, que se proyectó contra un árbol produciendo la
muerte de dichos ciudadanos.
Este hubiese sido un
accidente más que engrosaría las lamentables estadísticas de lesionados y
fallecidos que en Cuba, como en todo el mundo ocurren, pero no ha sido así,
pues algunos medios de prensa internacionales le han dado una connotación
mayúscula a partir de la estrecha relación
de los ciudadanos fallecidos con
la Oficina de Intereses de los Estados Unidos en Cuba, SINA, integrantes de su
“nómina” para la inflada “disidencia” que esta oficina ha fabricado en Cuba.
Por supuesto que la
connotación sensacionalista va acompañada de las grandes mentiras que siempre
fabrican contra Cuba, pretendiendo satanizar a su gobierno y dirección
política.
“El Nuevo Herald” de Miami,
publica la foto de un accidente ocurrido en junio con un carro impactado por la
parte trasera, muy conveniente para hacer creer que la muerte se produjo por la
embestida de otro vehículo, como algunos ya han propagandizado. La verdadera
foto desmiente al Herald.
En Madrid, Europa Press
publica declaraciones de Elizardo Sánchez, mentiroso de marca mayor conocido en
Cuba como El Camaján y asiduo visitante de la SINA, quien fabrica detenciones
multitudinarias y grandes golpizas que solo él ve, y en las que incluye al
archiconocido “huelguista de hambre profesional” Guillermo Fariñas, siempre en
busca de que le aumenten la “tajada” por el trabajito artístico.
Este último personaje
también fue entrevistado por Federico Jiménez Losantos, reaccionario de marca
mayor que dirige el programa radial español “Es la mañana” donde Fariñas
afirmó: “Si Carromero habla puede ser asesinado”
El ciudadano español Ángel
Carromero ya habló reconociendo la responsabilidad que tuvo en el accidente y
será juzgado por nuestras leyes en correspondencia con la violación del Código
de Seguridad Vial y sus consecuencias.
Por otra parte sería bueno
recordarle al susodicho Fariñas y a su amigo Federico que el único lugar de
Cuba donde una persona pudiese ser asesinada por temor a que diga lo que sabe
es la Base Naval
de Guantánamo, convertida en centro de torturas por el gobierno de los Estados
Unidos donde mantienen prisioneros sin haber sido juzgados gran cantidad de
personas acusadas de terrorismo, desconociéndose la cifra de los que han
fallecido y quizás desaparecidos.
Es ese país que les paga
quien ha llevado a cabo la política de asesinatos selectivos, la que atenta
contra la vida de mandatarios y dirigentes de gobiernos progresistas, quien no
se detiene ante el crimen hasta de sus propios ciudadanos para alcanzar sus
propósitos, y sobran ejemplos.
Cuba no necesita del
crimen para la seguridad de su estado. Sus leyes contemplan todo tipo de
delitos y sanciones, incluida la pena de muerte y nunca le ha temblado la mano
cuando el crimen cometido por el comisor del delito merece dicha sanción, ni la
ha ocultado. Más bien se ha sido generoso revocando la sentencia en casos
incluso de terroristas que han cometido sabotajes en la isla, poniendo en
peligro la vida de nuestros ciudadanos.
La seguridad de este
Estado no radica en sus órganos militares, que han demostrado durante más de 50
años ser efectivos, sino en el respaldo que tiene de la inmensa mayoría del
pueblo, que apoya a la Revolución y nunca permitirá que grupúsculos mercenarios
al servicio del imperio pretendan levantar cabeza en la Isla.
Sabemos que las mentiras
continuarán, que harán lo imposible y publicarán lo increíble para satanizar a
Cuba y tener las manos sueltas para agredirla, pero eso nunca podrá ocurrir,
pues Cuba es transparente en su política y con la verdad se viene abriendo paso
hace ya más de medio siglo, desinflando las mentirosas campañas contra ella.
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