En su reciente encuentro con la mafia cubanoamericana de Miami Yoani Sánchez expresaba:
"...pasé del silencio a la opinión precisamente el día en que pude dedicarme a mi actividad profesional y laboral que me permitió autonomía del estado”.
"Casualmente" esto ocurrió cuando decidió regresar a la isla, en lo que no tengo dudas fue un viaje de entrenamiento para crear una "disidente" que, bien pagada por supuesto, pudiese desde dentro de Cuba transmitir al mundo un clima de inestabilidad y violación de derechos humanos que provocara el repudio de la comunidad internacional, apoyada a su vez por todo el monopolio mediático de que dispone el gobierno de Estados Unidos.
Quien conoce de verdad a Cuba sabe que eso solo lo puede hacer Yoani a través de las mentiras y con el apoyo de especialistas desde la SINA.
Hoy anda de viaje y está en su amada y verdadera patria, la que le da su autonomía mediante los dólares y donde seguro ya está recibiendo instrucciones de como seguir orquestando su campaña anticubana, porque es contra el pueblo de Cuba contra quien arremete, el que cada día se levanta para seguir construyendo la sociedad que quiere construir, no la que ella quiere exportar y que de una vez por todas y por siempre desterramos hace ya más de 50 años.
Como bien dice en su artículo Edmundo García:
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