Condición imprescindible y necesaria para el avance de las relaciones Cuba-EEUU era ser eliminados de la oprobiosa lista que colocaba a la isla como un país patrocinador del terrorismo, cuando realmente ha sido víctima por más de medio siglo de ese flagelo.
Tema abordado desde las primeras conversaciones entre las delegaciones de ambos países y presentado al Congreso estadounidense por el Presidente Barack Obama el pasado 14 de abril, este 29 de mayo ya Cuba fue excluida de la oscura lista.
Esto debe, para rabia de la ultraderecha, terminar con un grupo de medidas represivas en el campo financiero que, junto al bloqueo, intentan ahogar y doblegar a la isla, lo que la resistencia de los cubanos ha hecho imposible.
Mucho queda por andar, pero lo seguimos haciendo con paso firme y la cabeza erguida
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