Riflexionando

En busca de una tajada de los millones de dólares que el gobierno de Estados Unidos dedica a financiar la contrarrevolución en Cuba aparecen los consabidos oportunistas en busca de una vía fácil de enriquecerse, aunque sea denigrando de la tierra donde nació, y no digo de su Patria, pues la de ellos es la que mejor le pague.

Parte de los deberes  de quienes aspiran a "pegarse al jamón" es provocar situaciones  que generen shows mediáticos y sean utilizados como parte de la campaña que desde hace años se tiene contra Cuba. Viejo estilo imperial de engañar al mundo y despretigiar a gobiernos democrática y legítimamente  establecidos para justificar su derrocamiento.
Aprovechándose de la religiosidad de los cubanos aparecen personajes como este, Bernardo de Quesada, devenido "Profeta" quien comenzó a levantar una construcción de 240 metros cuadrados por la libre, algo que nadie puede hacer en ningún lugar del mundo sin la debida aprobación técnica y autorización, aunque sea para un templo, una iglesia o un ranchón.
La debida respuesta de las autoridades competentes frente a esta violación ya es exacerbada por los medios al servicio del imperio, ocultando el irrespeto del tal profeta por nuestras leyes y convirtiendo una legítima acción legal del Estado en represión y violación de derechos humanos.
Aunque el profeta Bernardo no se salga con la suya, ya aseguró su mayor interés, la tajadita del jamón imperial está en sus manos.

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