Para los nacidos antes de 1959 nos resulta muy fácil entender como el acceso gratuito y libre a los estudios universitarios es una conquista de la Revolución de la que siempre estaremos agradecidos, pues cambió nuestra vida para bien.
Luego de 57 años transcurridos es un derecho de todos los jóvenes acceder a los altos estudios de forma libre y gratuita, en correspondencia con su capacidad e intelecto, pero el que sea un derecho no debe llevarnos al olvido de cómo se conquistó, a quién debemos agradecerlo, sobre quién cae el elevado costo de una enseñanza universitaria de alta calidad.
Si bien a ningún joven le exigen una afiliación política para estudiar una carrera, tampoco me resulta lógico que se ingrese a la Universidad para desde ahí atacar a quien te dio esa posibilidad.
Ese es el caso de Karla María González Pérez, expulsada de la Universidad Central de Las Villas por su abierta y activa posición contrarrevolucionaria, incrementada directamente proporcional a los ingresos económicos que ha recibido del abundante financiamiento asignado por el gobierno de los Estados Unidos para la llamada disidencia en Cuba.
Ha intentado utilizar desacertadamente para sus propòsitos el pensamiento de José Martí, por eso prefiero recordarle lo publicado por el Apóstol en el periódico "Patria" el 29 de julio de 1893 desde Nueva York:
"A la pobreza no se le tenga miedo, en ella solo vacilan los viles, que están demás en todas partes"
Para que no se piense que mi opinión responde a un problema generacional les invito a conocer la opinión expresada en dos artículos por jóvenes de esta época y de esta misma tierra, mostrando quién es verdaderamente Karla
El Joven Cubano
Lo que no se ha dicho
No hay comentarios:
Publicar un comentario