Riflexionando

Los tramposos de siempre

La Habana, 5 de enero, 2011.- Pocos días faltan para que comience el juicio contra Luís Posada Carriles en El Paso, estado de Texas.

Lo que ocurrirá ya se vislumbra, pues muchos son los intereses existentes alrededor de este personaje y el imperio no va a permitir que uno de sus hijos predilectos sea extraditado a algún país donde se enfrente realmente a la justicia.

Predilección no tanto basada en el afecto como en la preocupación por todo lo que sabe de sus amos durante tantos años al servicio de la CIA.

Ya se aplicaron mecanismos para que las pruebas existentes en Cuba no puedan ser utilizadas y se busca dilatar el proceso para no ser devuelto a Venezuela, donde debería responder por los crímenes cometidos al frente de la DISIP, entonces Comisario Basilio, y de donde se fugó cuando iba a ser sentenciado por la voladura del avión de Cubana en 1976, asesinando a 73 personas.

Todo se diluye en las argucias de las leyes norteamericanas y será juzgado por algunas mentirillas en el país donde la mentira es instrumento de gobierno.

No hay que ser gurú para pronosticar el fin de esta historia.

Queda entonces a los hombres honestos y amantes de la verdad seguir clamando porque la espada de Damocles caiga con toda su fuerza sobre los culpables, para que los tramposos de siempre no se salgan con la suya y los asesinos no anden libremente por las calles de Miami jactándose de los crímenes cometidos.