Riflexionando

El Paso o Un Circo de Mala Muerte

Por Rogelio Viera

Una vez más el imperio entona su canción de cuna para mantener dormida la conciencia de los norteamericanos.

Ahora lo hace desde El Paso, Texas, donde un juicio con tono de espectáculo circense hará posible ver al más connotado terrorista y criminal de este hemisferio, Luís Posada Carriles, como un luchador de la libertad que, para buscar refugio en el paraíso de la democracia, pues era perseguido por hordas comunistas, le dijo algunas inocentes mentiritas al Departamento de Inmigración.

Una vez que termine el espectáculo, estamos seguros de que tendrá todos los derechos de un honorable ciudadano norteamericano, y podrá deambular libremente, sin remordimientos, por toda esa nación.

Pero el trasfondo es mayor, pues lo que se le oculta al pueblo norteamericano no es solo la verdadera identidad de un asesino, sino todas las acciones que como agente de la CIA realizó dentro y fuera de los Estados Unidos, muchas no divulgadas, y todo lo que este “hijo del imperio” conoce de la parte tenebrosa de esa institución.

Está claro que va a ser perdonado por todo lo que sabe y no debe decir, pues saldrían a la luz conspiraciones y crímenes cometidos dentro y fuera de esa nación norteña, que el “Escándalo Watergate” quedaría como algo insignificante.

Solo así es posible entender que la justicia norteamericana, ya rebajada a farsa política con el caso de nuestros Cinco Héroes, pase a convertirse en un espectáculo de circo barato donde payasos y magos entretengan y le distorsionen la realidad a todo un pueblo.