Riflexionando

De Venezuela, 1630 Km. de solidaridad

Por Rogelio Viera

La Habana.- La millonaria guerra mediática que el gobierno de Estados Unidos ha mantenido de forma creciente contra nuestra pequeña isla, cargada de mentirosas campañas en todo el mundo a través del monopolio que ejerce sobre los grandes medios internacionales, y mediante las restricciones impuestas a Cuba de no poder acceder libremente a las vías más rápidas y efectivas de comunicación que hoy existen, va a sufrir un duro golpe a partir de la instalación del cable coaxial que, desde la hermana República Bolivariana de Venezuela ha comenzado a tenderse hacia Cuba y debe llegar el ocho de febrero a esta nación.

Desde la playa de Camuri Chico, Estado de Vargas, hasta la playa Siboney, Santiago de Cuba, 1630 Km. de cable multiplicarán 3000 veces la velocidad de transmisión de datos e imágenes desde la isla hacia todo el mundo, rompiendo el muro de silencio impuesto a nuestra verdad por el vecino imperio.

Ya se ha desatado una fuerte campaña tratando de desacreditar este proyecto Alba 1, pues será un nuevo elemento de integración para los países latinoamericanos y del Caribe que nos hará más independientes, lo que no conviene a los intereses imperiales.

Sus mercenarios de la información hablan de cómo aumentará la censura en ambas naciones, de cómo Cuba manipulará la información venezolana, de que se fortalecerán las “dictaduras de Castro y Chávez”, en fin, toda una sarta de mentiras donde se refleja el disgusto por perder inútilmente las millonarias cifras que han usado de sus contribuyentes para distorsionar y silenciar nuestra verdad, y el temor de que la parte engañada del mundo comience a ver la realidad.

Los cubanos de aquí, esa gran mayoría que defendemos el proyecto socialista de nuestra Revolución, los que seguimos apostando por nuevos cambios sin desviar el rumbo de la obra humana y de justicia que venimos haciendo, estamos contentos con este nuevo paso hacia la integración, una forma más de hacer la Patria Grande soñadas por José Martí y Simón Bolívar.